La pandemia no solo nos enseñó que es posible trabajar desde casa, sino también que las empresas son capaces de crear políticas y hacerlas cumplir en cuestión de semanas.
La reubicación de toda la fuerza laboral de una empresa en una situación normal habría requerido meses de planificación, consultas interminables a asesores y luego más planificación antes de obtener la aprobación de las múltiples partes involucradas.
Independientemente, dos cosas son ciertas: la forma en que trabajamos ha cambiado permanentemente y los ataques cibernéticos no van a desaparecer. COVID-19 solo aceleró la implementación de tecnología en todas las facetas de la vida y, a medida que más partes de la vida laboral y doméstica se digitalicen, la seguridad cibernética seguirá siendo el eje de la seguridad empresarial.
Las medidas de confinamiento impuestas por la pandemia demostraron que no solo es posible trabajar desde casa, sino que las empresas son capaces de crear políticas y hacerlas cumplir en cuestión de semanas; no obstante, aún hay preguntas pendientes: ¿Cómo proteger a los trabajadores remotos en términos de ciberseguridad? ¿Trabajar desde casa es tan seguro como laborar en la oficina? ¿Volveremos alguna vez a la vida de oficina de 2019?