Las empresas que ya operaban totalmente en forma digital estaban sin duda mejor preparadas para trasladar su fuerza de trabajo a casa, pero no todas fueron tan afortunadas. Hay que recordar que para miles de empresas hoy en día es un requisito que sus empleados trabajen desde casa. No obstante, si la seguridad está bien integrada a la política institucional, no hay ninguna razón por la que la mayoría de las organizaciones del mundo no puedan seguir trabajando de manera segura fuera de la oficina.
La empresa y la Administración pública deben implementar estrategias para hacer frente a las amenazas cibernéticas. La ciberseguridad se ha convertido en una prioridad tanto para compañías privadas como instituciones públicas. La concientización dentro de la propia empresa de la importancia de políticas de seguridad (lógicas y escritas) es vital para su definición, despliegue y cumplimiento.
¿Pero qué pasa si hay una vacuna? ¿Volverá todo a la normalidad? No lo creemos. Todos hemos aprendido que el trabajo remoto puede beneficiar a las organizaciones y que es posible hacer la transición en forma segura. Pero, por otra parte, tampoco se cree que trabajemos remotamente los cinco días de la semana. Lo que descubrimos es que, mientras funcione, seguiremos trabajando desde casa cuando nos convenga lo que sin duda beneficiará nuestra salud y bienestar.
Se requiere una concienciación proactiva dentro de las organizaciones para estar preparadas para el presente y, sobre todo, el futuro.
El ajetreo del lunes a viernes del horario de oficina ha terminado para siempre, y el COVID-19 fue el responsable de acelerar el proceso con tanta rapidez, que de otra forma probablemente habría tardado años, si es que ocurriera; el hecho de que el proceso pueda tomarse en serio y en forma segura lo hace posible.
Independientemente de lo que depare el futuro, dos cosas son ciertas: la forma en que trabajamos se ha alterado permanentemente y los ataques cibernéticos no van a desaparecer.
Los ataques cibernéticos son una amenaza persistente para las organizaciones, y las empresas deben crear equipos y sistemas de TI resistentes para evitar los daños financieros y a la reputación que estos ataques ocasionan.
Entender que la fuerza laboral tiene un papel fundamental en la estrategia de ciberseguridad de cualquier negocio, ya que permite mejorar la eficacia de la capacitación y a su vez ayuda a incentivar a los empleados para que inviertan más en su propia formación y habilidades.
El control continuo del acceso con privilegios impide que los usuarios internos malintencionados y los atacantes externos avancen en su ataque, por lo que es vital para las organizaciones implantar controles estrictos en torno a lo que los usuarios finales pueden acceder; crear capas de aislamiento entre endpoints, aplicaciones, usuarios y sistemas, así como supervisar continuamente el acceso para reducir la superficie de ataque.
Si deseas adoptar la nueva forma de trabajo post Covid-19, en la que tu empresa sea capaz funcionar sin problemas con una interrupción mínima, entonces
¡Contáctanos ahora!
¡Quiero que implementen la metodología en mi empresa!
41